domingo, 21 de diciembre de 2008

HISTORIA DE UNA ENFERMEDAD


Este año se cumple un siglo desde que esta grave enfermedad neurodegenerativa fue descrita por el médico Alois Alzheimer. El doctor Alzheimer nació en Marktbreit, Baviera (Alemania) en 1864. Hijo de una familia católica y acomodada, su padre trabajaba como notario y consultor legal. Inició sus estudios de medicina en Berlín en 1883 y continuó en Tübingen y Wüzburg. Consiguió graduarse cuatro años después, con una tesis doctoral sobre las glándulas de cerumen de los oídos.

Alois Alzheimer
En 1888 comenzó a trabajar como asistente en el sanatorio municipal para dementes de Francfort, una institución con bastante prestigio en aquel tiempo por su labor investigadora. Allí conoció al patólogo Franz Nissl, con el que estableció una relación que perduraría toda la vida. La colaboración entre ambos fue fructífera y publicaron varios trabajos sobre aterosclerosis cerebral en 1904 y sobre el corea de Huntington en 1911.
En 1894 se casó con una viuda de origen judío que poseía una gran fortuna. Tuvieron tres hijos pero ella falleció en 1902. La fortuna heredada de su mujer le permitiría dedicarse a la investigación. Un año después de la muerte de su mujer, Kraepelin, un conocido psiquiatra alemán fue nombrado director de una clínica psiquiátrica en Munich y le ofreció la plaza de jefe de laboratorio y de anatomía patológica.
En 1906 describió una nueva enfermedad que producía pérdida de memoria, desorientación, alucinaciones y finalmente muerte. La enfermedad fue diagnosticada por primera vez en una mujer de 51 años, llamada Augusta D que había ingresado en 1901 en el Hospital de Frankfurt a causa de un cuadro clínico caracterizado por un delirio de celos, seguido de una rápida pérdida de memoria acompañada de alucinaciones, desorientación temporoespacial, paranoia, alteraciones de la conducta y un grave trastorno del lenguaje. La paciente falleció por una infección debida a las heridas que le habían aparecido por estar inmóvil durante mucho tiempo en la cama y por una infección pulmonar.
El cerebro de la mujer fue estudiado por Alzheimer, que encontró un número disminuido de neuronas en el córtex cerebral, junto con cúmulos de proteínas, unos ovillos o filamentos neurofibrilares en el citoplasma de las neuronas. Estos últimos fueron descritos por primera vez en la historia por este autor. Se decidió llamar a la nueva patología 'Enfermedad de Alzheimer' en honor a su 'descubridor' y el término fue utilizado por primera vez por Kraepelin en la octava edición del 'Manual de Psiquiatria' en 1910. Lo que en aquel momento se pensaba que era una enfermedad rara se demostró posteriormente que era la causa más frecuente de demencia.
El segundo caso fue descrito por el doctor Alzheimer en 1911, fecha en la que también aparece una revisión publicada por Solomon Carter Fuller, un americano que había rotado durante unos años con Alzheimer en Alemania. La revisión incluía a 13 enfermos con demencia con una edad media de 50 años. Su enfermedad se prolongaba alrededor de siete años.
El doctor Alzheimer fue nombrado en 1912 profesor ordinario de psiquiatra y director de la clínica de la Universidad de Breslau. Fallecería en 1915 a la edad de 51 años a causa de una endocarditis.
El cerebro de los dos primeros pacientes del doctor Alzheimer ha sido estudiado de nuevo a finales de los 90 por un grupo de investigadores alemanes, que han comprobado la presencia de lesiones cerebrales que consisten en ovillos neurofibrilares (acúmulo de fibrillas que sustitiyen a las neuronas) y las placas de amiloide (otro tipo de lesión que se produce por acumulación otras proteínas en el cerebro), especialmente en zonas corticales, y la ausencia de lesiones de tipo aterosclerótico en estos pacientes.
En los últimos años algunos famosos como Rita Hayworth, Ronald Reagan o Charlton Heston han reconocido padecer esta enfermedad lo que ha ayudado en parte al mayor conocimiento por parte del público y también a favorecer su estudio y fomentar la creación de asociaciones que dan apoyo a los pacientes y colaboran económicamente en el estudio de la enfermedad y sus tratamientos.

viernes, 19 de diciembre de 2008

ENFERMEDAD DE ALZHEIMER


Nombres alternativos


Demencia senil de tipo Alzheimer (DSTA); Mal de Alzheimer


Definición


La enfermedad de Alzheimer, una forma de demencia , es una afección cerebral progresiva y degenerativa que afecta la memoria, el pensamiento y la conducta.
La alteración de la memoria es una característica necesaria para el diagnóstico de ésta o de cualquier otro tipo de demencia. También se debe presentar cambio en una de las siguientes áreas: lenguaje, capacidad de toma de decisiones, juicio, atención y otras áreas de la función mental y la personalidad.
La velocidad de progresión es diferente para cada persona. Si la enfermedad de Alzheimer se desarrolla rápidamente, es probable que continúe progresando de la misma manera, pero si ha sido de desarrollo lento, probablemente seguirá un curso lento.


Causas, incidencia y factores de riesgo


Más de 4 millones de estadounidenses sufren actualmente de la enfermedad de Alzheimer. Cuanto mayor es la persona, mayor es el riesgo de desarrollar esta enfermedad, aunque no es parte del envejecimiento normal. Otro factor de riesgo común es el hecho de tener antecedentes familiares de la enfermedad.
Además de la edad y los antecedentes familiares, los factores de riesgo para esta enfermedad pueden ser, entre otros:


  1. Presión arterial alta por mucho tiempo

  2. Antecedentes de traumatismo craneal

  3. Niveles altos de homocisteína (un químico corporal que contribuye a enfermedades crónicas como la cardiopatía, la depresión y posiblemente la enfermedad de Alzheimer)

  4. Pertenecer al género femenino; debido a que las mujeres generalmente viven más que los hombres, tienen mayor probabilidad de desarrollar esta enfermedad

  5. Existen dos tipos de enfermedad de Alzheimer: de inicio temprano y de inicio tardío. En la primera, los síntomas aparecen primero antes de los 60 años, es mucho menos común y es responsable de solamente el 5 al 10% de los casos. Sin embargo, tiende a progresar rápidamente.

  6. La causa de la enfermedad de Alzheimer no se conoce por completo, pero se cree que abarca tanto factores genéticos como ambientales. El diagnóstico de esta enfermedad se hace sobre la base de síntomas característicos y excluyendo otras causas de demencia.

  7. Se han descartado las teorías anteriores sobre la acumulación de aluminio, plomo, mercurio y otras sustancias en el cerebro que se creía llevaban a que se presentara esta enfermedad.

  8. La única forma de saber con certeza que alguien sufrió la enfermedad de Alzheimer es por medio de estudios microscópicos de una muestra de tejido cerebral después de la muerte.

  9. El tejido cerebral muestra "nudos neurofibrilares" (fragmentos enrollados de proteína dentro de las neuronas que las obstruyen), "placas neuríticas" (aglomeraciones anormales de células nerviosas muertas y que están muriendo, otras células cerebrales y proteína) y "placas seniles" (áreas donde se han acumulado productos de neuronas muertas alrededor de proteínas). Aunque estos cambios ocurren en cierto grado en todos los cerebros con la edad, se presentan mucho más en los cerebros de las personas con enfermedad de Alzheimer.

  10. La destrucción de las células nerviosas (neuronas) lleva a una disminución de los neurotransmisores (sustancias secretadas por una neurona para enviar los mensajes a otra neurona), cuyo equilibrio correcto es crítico para el cerebro.

  11. Al causar cambios tanto estructurales como químicos en el cerebro, la enfermedad de Alzheimer parece desconectar áreas del cerebro que normalmente trabajan juntas.

  12. Alrededor del 10% de las personas mayores de 70 años tiene problemas significativos de memoria y cerca de la mitad de éstos se deben a la enfermedad de Alzheimer. El número de personas con esta enfermedad se duplica cada década después de los 70 años y el hecho de tener un pariente de sangre cercano que ha desarrollado la enfermedad aumenta el riesgo.

  13. La enfermedad de Alzheimer de inicio temprano se puede presentar en familias e involucra mutaciones hereditarias autosómicas dominantes que pueden ser la causa de la enfermedad. Hasta ahora, se han identificado tres genes de aparición temprana.

  14. La enfermedad de Alzheimer de inicio tardío, que es el tipo más común, se desarrolla en personas de 60 años o más y se cree que es menos probable que sea hereditaria. La enfermedad de Alzheimer de inicio tardío puede presentarse en algunas familias, pero el papel de los genes es menos directo y definitivo. Es posible que estos genes no provoquen el problema en sí, sino que aumenten la probabilidad de formación de placas y nudos u otras patologías relacionadas con la enfermedad de Alzheimer en el cerebro.


Síntomas



En las etapas tempranas, los síntomas pueden ser muy sutiles y pueden parecerse a signos que muchas personas erróneamente le atribuyen al "envejecimiento normal". Entre los síntomas se encuentran uno o más de los siguientes:



  1. Repetición frecuente de enunciados

  2. Ubicación equivocada de cosas

  3. Dificultad para recordar el nombre de objetos conocidos

  4. Perderse en rutas conocidas

  5. Cambios de personalidad

  6. Perder interés por las cosas que antes se disfrutaba

  7. Dificultad para realizar tareas que requieren algo de elaboración mental, pero que solían ser fáciles, como llevar el control de uso de la chequera, jugar juegos complejos (como bridge) y aprender rutinas o informaciones nuevas

En una etapa más avanzada, los síntomas son más obvios y pueden abarcar:



  1. Olvidar detalles acerca de eventos corrientes

  2. Olvidar eventos en la vida personal, perdiendo conciencia de quién se es

  3. Problemas para escoger la ropa apropiada

  4. Alucinaciones, discusiones, repartir golpes y conducta violenta

  5. Delirio, depresión y agitación

  6. Dificultad para realizar tareas básicas como preparar alimentos y conducir

En las etapas finales de la enfermedad, la persona ya no puede vivir sin ayuda. La mayoría de las personas en esta etapa:



  1. Ya no reconocen el lenguaje

  2. Ya no reconocen a los miembros de la familia

  3. Ya no son capaces de desempeñar las actividades básicas de la vida diaria como comer, vestirse y bañarse

Signos y exámenes



El primer paso para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer es establecer la presencia de demencia y, en segundo lugar, se debe aclarar el tipo de la demencia. El médico realiza la historia clínica, hace el examen físico (incluyendo un examen neurológico) y evalúa el estado mental del paciente.
Es posible que se ordenen exámenes para determinar si existe una condición tratable que pueda estar provocando la demencia o contribuyendo a empeorar la enfermedad de Alzheimer. Entre estas condiciones se pueden mencionar la enfermedad tiroidea, la deficiencia de vitaminas, los tumores cerebrales, la intoxicación por drogas o medicamentos, las infecciones crónicas, la anemia y la depresión severa.
Por lo general, la enfermedad de Alzheimer tiene un patrón característico de síntomas y los médicos experimentados pueden diagnosticarla teniendo en cuenta los antecedentes y el examen físico. Entre los exámenes que se hacen con frecuencia para evaluar o descartar otras causas de demencia están la tomografía computarizada (TC), la imagen por resonancia magnética (IRM) y exámenes de sangre.
En las etapas tempranas de la demencia, la imagen cerebral en las gammagrafías puede ser normal; mientras que en etapas posteriores, una IRM puede mostrar una disminución en el tamaño de la corteza cerebral o del área del cerebro responsable de la memoria (el hipocampo). Aunque estos exámenes no confirman el diagnóstico, sí excluyen otras causas de demencia como los accidentes cerebrovasculares y los tumores.



Tratamiento



Infortunadamente, no existe cura para la enfermedad de Alzheimer. Los objetivos del tratamiento son:



  1. Disminuir el progreso de la enfermedad

  2. Manejar los problemas de comportamiento, confusión y agitación

  3. Modificar el ambiente del hogar

  4. Apoyar a los miembros de la familia y otras personas que brindan cuidados

  5. Los tratamientos más prometedores abarcan cambios en el estilo de vida, medicamentos y suplementos antioxidantes como ginkgo biloba y vitamina E.


CAMBIOS EN EL ESTILO DE VIDA:



Las siguientes medidas pueden ayudar a las personas con enfermedad de Alzheimer:



  1. Participar en un programa de caminatas supervisadas con un tutor u otra compañía confiable. Esto puede ayudar a mejorar las habilidades de comunicación y disminuir el riesgo de andar deambulando.

  2. Utilizar la terapia de luz brillante para ayudar a reducir el insomnio y el deseo de deambular.

  3. Escuchar música relajante que puede reducir los intentos por deambular y la inquietud, incrementar los químicos cerebrales, mitigar la ansiedad, aumentar el sueño y mejorar la conducta.

  4. Conseguir un perro como mascota.

  5. Practicar técnicas de relajación

  6. Recibir masajes regulares que son relajantes y suministran interacción social


TRATAMIENTO CON MEDICAMENTOS:



Existen varios medicamentos disponibles para retardar el progreso de la enfermedad y, posiblemente, mejorar las capacidades mentales de la persona. La memantina (Namenda) actualmente es la única droga aprobada para el tratamiento de la enfermedad o mal de Alzheimer que va de moderada a severa.
Otros medicamentos abarcan: donepezil (Aricept), rivastigmina (Exelon) y galantamina (Razadyne, antiguamente llamado Reminyl) y tacrina (Cognex). Estos medicamentos afectan el nivel de un neurotransmisor en el cerebro llamado acetilcolina y pueden también causar náuseas y vómitos. La tacrina también produce una elevación de las enzimas hepáticas y debe tomarse cuatro veces al día, pero actualmente casi no se utiliza.
El Aricept se toma una vez al día y puede estabilizar o incluso mejorar las habilidades mentales de la persona; además, generalmente se tolera bien. El Exelon parece funcionar de manera similar y se toma dos veces al día.
Se pueden requerir otros medicamentos para controlar comportamientos agresivos, agitados o peligrosos, los cuales usualmente se administran en dosis muy bajas.
Puede ser necesario suspender medicamentos que empeoran la confusión, como analgésicos, cimetidina, depresores del sistema nervioso, antihistamínicos, pastillas para dormir y otros. Sin embargo, los medicamentos nunca se deben cambiar o suspender sin hablar con el médico.



SUPLEMENTOS:



El folato (vitamina B9) es esencial para la salud del sistema nervioso. Junto con algunas otras vitaminas B, el folato también es responsable de eliminar la homocisteína (un químico corporal que contribuye a la enfermedad crónica) de la sangre. En las personas con enfermedad de Alzheimer, se han encontrado altos niveles de homocisteína y bajos niveles tanto de folato como de vitamina B12 y, aunque el beneficio de tomar estas vitaminas B para la enfermedad de Alzheimer no está completamente claro, vale la pena considerarlo, particularmente si los niveles de homocisteína en el paciente están elevados.
Los suplementos antioxidantes, como ginkgo biloba y vitamina E, eliminan los radicales libres, productos del metabolismo altamente reactivos que pueden causar daño celular en todo el cuerpo.
La vitamina E se disuelve en la grasa, rápidamente entra en el cerebro y puede retardar el daño celular. En al menos un estudio bien diseñado de personas con enfermedad de Alzheimer, a quienes se les hizo un seguimiento durante 2 años, aquellas que tomaron suplementos de vitamina E tuvieron un mejoramiento en los síntomas comparadas con aquellas que tomaron pastillas placebo. Los pacientes que toman anticoagulantes, como warfarina (Coumadin), deben hablar con el médico antes de tomar vitamina E.
La ginkgo biloba es una hierba ampliamente utilizada en Europa para tratar la demencia, la cual mejora el flujo sanguíneo al cerebro y contiene flavonoides (sustancias de la planta) que actúan como antioxidantes. Aunque muchos de los estudios hasta la fecha han sido algo imperfectos, la idea de que el ginkgo pueda mejorar el pensamiento, el aprendizaje y la memoria en las personas con la enfermedad de Alzheimer ha sido prometedora. El ginkgo NO se debe utilizar si la persona toma medicamentos anticoagulantes como warfarina (Coumadin) o un tipo de antidepresivos llamados inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO).
Si se está pensando en tomar cualquiera de estas sustancias, primero se le TIENE que comentar al médico; y es importante saber que las hierbas y suplementos disponibles sin prescripción médica NO están regulados por la FDA.



APOYO EN EL HOGAR:



La persona afectada con la enfermedad de Alzheimer necesita apoyo en el hogar a medida que la enfermedad empeora. Los familiares u otras personas encargadas del cuidado pueden ayudar comprendiendo cómo percibe su mundo la persona con esta enfermedad. Deben simplificarse los alrededores del paciente y se le deben proporcionar recordatorios frecuentes, notas, listas de tareas de rutina o instrucciones para las actividades diarias. A la persona con enfermedad de Alzheimer se le debe dar la posibilidad de hablar sobre sus desafíos y de participar en su propio cuidado.



OTRAS MEDIDAS PRÁCTICAS:



La persona con la enfermedad de Alzheimer debe hacerse revisar los ojos y los oídos y, de encontrarse problemas, se pueden necesitar audífonos, gafas y cirugía de cataratas.
Las personas con esta enfermedad pueden tener requerimientos particulares en la dieta, tales como:



  1. Calorías adicionales debido al aumento de la actividad física por la inquietud y el hecho de deambular.

  2. Comidas supervisadas y ayuda en el momento de alimentarse, ya que las personas con esta enfermedad a menudo olvidan comer y beber y, como resultado de esto, se deshidratan.

  3. El Programa de Retorno Seguro (Safe Return Program), implementado por la Asociación para el Alzheimer (Alzheimer's Association), exige que una persona con enfermedad de Alzheimer lleve puesto un brazalete de identificación. En caso de que el paciente salga a deambular, la persona encargada de su cuidado puede ponerse en contacto con la policía y con la oficina nacional del programa Safe Return, donde se almacena la información acerca de la persona y se comparte en toda la nación.

  4. Con el tiempo, puede que el monitoreo y la asistencia durante las 24 horas del día sean necesarios para brindar un ambiente seguro, controlar las conductas agresivas o agitadas y satisfacer las necesidades fisiológicas. Esto puede incluir cuidado en el hogar, ancianatos y guarderías para adultos.


Grupos de apoyo



Ver grupos de apoyo para la enfermedad de Alzheimer con el fin de encontrar recursos e información adicional para personas con enfermedad de Alzheimer y para las personas que cuidan de ellos.



Expectativas (pronóstico)



El resultado probable es desalentador. El trastorno generalmente progresa en forma permanente. Es común que se presente incapacidad total y la muerte normalmente sucede en un lapso de 15 años, por lo general, a causa de una infección o una insuficiencia de otros sistemas corporales.



Complicaciones



  • Pérdida de la capacidad para desempeñarse o cuidar de sí mismo

  • Úlceras de decúbito, contracturas musculares (pérdida de la capacidad para mover articulaciones debido a la pérdida de la función muscular), infección (particularmente infecciones urinarias y neumonía) y otras complicaciones relacionadas con la inmovilidad durante las etapas finales de la enfermedad.


Caídas y fracturas



  • Pérdida de la capacidad para interactuar

  • Desnutrición y deshidratación

  • Insuficiencia en los sistemas corporales

  • Disminución del período de vida

  • Comportamiento dañino o violento hacia sí mismo o hacia los otros

  • Maltrato por parte de un cuidador demasiado estresado

  • Efectos secundarios de los medicamentos

Situaciones que requieren asistencia médica



Se debe buscar asistencia médica si alguien cercano a la persona experimenta síntomas de demencia senil tipo Alzheimer. Asimismo, si una persona con este trastorno experimenta un repentino cambio en su estado mental (un cambio rápido puede indicar que existe otra enfermedad).
Si se está cuidando a una persona con este trastorno y su condición se deteriora a tal punto que ya no se la puede cuidar en casa, se debe hablar sobre la situación con el médico.



Prevención



  • Aunque no existe una forma comprobada de prevenir la enfermedad de Alzheimer, existen algunas prácticas que se pueden incorporar en la rutina diaria, particularmente si existen antecedentes familiares de demencia. Se debe hablar con el médico acerca de cualquiera de estas propuestas, especialmente aquellas que implican tomar medicamentos o suplementos.

  • Consumir una dieta baja en grasa

  • Consumir pescado de agua fría (como atún, salmón y caballa) rico en ácidos grasos omega-3, al menos dos a tres veces a la semana

  • Reducir la ingesta de ácido linoleico que se encuentra en las margarinas, la mantequilla y los productos lácteos

  • Incrementar el consumo de antioxidantes, como los carotenoides, la vitamina E y la vitamina C, consumiendo muchas frutas y verduras de color oscuro

  • Mantener la presión arterial normal

  • Permanecer activo mental y socialmente durante toda la vida

  • Pensar en tomar medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINES), como ibuprofeno (Advil, Motrin), sulindaco (Clinoril) o indometacina (Indocin). Las drogas estatinas, un tipo de medicamento normalmente usado para el colesterol alto, pueden ayudar a disminuir el riesgo de enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, se debe hablar con el médico acerca de los pros y contras de la utilización de estos medicamentos para la prevención.

Además, se están haciendo las primeras pruebas de una vacuna contra la enfermedad de Alzheimer.